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viernes, 10 mayo 2024

El misterio del santafesino desaparecido en Mendoza

El santafesino Germán Cassina de 38 años llegó a Mendoza en 2019. La última comunicación fue el 9 de diciembre del 2021. Su mamá está desesperada.

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Mirta Shvap, oriunda de Santa Fe, llegó a Mendoza para buscar a su hijo, Germán Andrés Cassina, de 38 años, de quien no sabe nada desde el 9 de diciembre pasado. El santafesino arribó a la provincia de Mendoza en 2019, pero pocos meses después se vio afectado por la pandemia y se quedó sin trabajo. A pesar de estar comunicada de manera constante con los investigadores, la desesperación de la mujer es cada vez mayor ante el misterio de que su hijo no se comunica.

La madre de Germán llegó a la provincia en la noche del miércoles, para reunirse cara a cara con los investigadores que trabajan para encontrar a su hijo, de quien no tienen una sola pista firme. Ella misma fue la encargada de darle difusión a lo que pasaba a través de las redes sociales.

El pedido de la mujer es que se averigüe en las empresas de transporte si sacó algún pasaje y hacia dónde, y también que se rastree su celular para ver cuál fue el último lugar donde tuvo señal.

Contó que Germán se alojaba en una pensión en la capital de la provincia de Mendoza, donde la dueña le dijo que había dejado todas sus pertenencias, salvo el celular, un bolso, y documentos. Fue esta mujer quien hizo la denuncia en la Oficina Fiscal Nº 13 para buscar al hombre.

Mirta detalló que Germán trabajaba en un supermercado, pero cuando fue el aislamiento por la pandemia de Covid perdió su empleo. Su objetivo de vivir en Mendoza era instalarse en alguna comunidad en la montaña, y a pesar de haberse quedado sin un ingreso fijo, no desistió de su idea principal y se quedó.

La última vez que ella habló con él fue a mediados de noviembre y el 9 de diciembre fue la última comunicación que tuvo con su hermano menor, pero desde allí fue como si se lo hubiese tragado la tierra, ya que nadie sabe qué pasó con él, ni dónde está.

Además, el hombre de 38 años no usaba redes sociales y solo se manejaba con Telegram para escribirle a su familia, pero a pesar de esto, no deja de llamarles la atención que en todo este tiempo, y con las fiestas de fin de año en el medio, no se haya comunicado.

Otra de las cosas que piensa la madre es que si finalmente se fue a la montaña, donde cree que no tendría señal, previamente les hubiese avisado para llevar tranquilidad, cosa que tampoco hizo, por lo que la preocupación es cada vez mayor.

El fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello está a cargo de la investigación para tratar de dar con el hombre y darle tranquilidad a su familia, pero hasta el momento los avances son muy pocos.

De la pensión donde vivía secuestraron computadoras y esperan que al ser analizadas den algún resultado positivo para saber por dónde buscar.

Buscaba nuevos horizontes

Germán Andrés Cassina abandonó su Rafaela natal para establecerse en Mendoza a fines de 2019, con la ilusión de vivir en alguna comunidad montañesa, un sueño que había buscado durante un largo tiempo. Sin embargo, la llegada de la pandemia del coronavirus complicó sus planes y lo dejó sin trabajo. Desde hace más de un mes dejó de comunicarse con su familia y abandonó la pensión en la que residía, dejando gran parte de sus pertenencias.

Desde la citada ciudad santafesina, su familia sigue con incertidumbre su búsqueda, que comenzó la semana pasada después de que la propietaria del lugar en que estaba alojado radicó la denuncia de paradero en la Oficina Fiscal Nº 13 de la Comisaría Cuarta, en la ciudad de Mendoza.

En el caso intervino el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello, que ahora está siendo subrogado por su par Andrea Lazo durante la feria judicial.

La madre, Mirta Schvap, reveló que se comunicó por última vez con Germán el 15 de noviembre del año pasado, mientras que su otro hijo, de 22 años, lo contactó el 9 de diciembre. Desde ese entonces, no volvieron a tener noticias sobre él.

La mujer relató que su hijo llegó a Mendoza en diciembre de 2019, época en la que consiguió trabajo en una conocida cadena de supermercados local. Con la llegada de la pandemia y la cuarentena a mediados de 2020, desde la empresa lo desvincularon y quedó desempleado. Sin un trabajo estable, pero arreglándose como pudo, Germán siguió viviendo en una pensión y mantenía vivo el objetivo de reunir dinero para establecerse en alguna comunidad de alta montaña.

Pese a que Cassina no cuenta con redes sociales y ni siquiera utilizaba WhatsApp, se mantenía comunicado periódicamente con su familia, principalmente con su hermano, con quien mantiene un fuerte vínculo. Por ese motivo, a sus familiares les llama la atención que haya dejado de llamarlos de un día para el otro. Incluso, su madre aseguró que, en caso de irse a vivir a la montaña, les hubiese avisado previamente, ya que se trata de una zona en la que no iba a contar con internet ni señal para su celular.

Luego de varias semanas, la semana pasada, una mujer a cargo de la pensión en la que vivía Germán se comunicó con su madre. Le explicó que su hijo había abandonado su habitación, la había dejado cerrada y tenía casi todas sus pertenencias en el interior.

Cuando policías realizaron una medida judicial en el lugar, constataron que solo faltaba su celular, el cargador, su DNI y un morral que llevaba a todos lados. Los efectivos secuestraron un CPU, una netbook y discos duros, elementos que serán peritados en busca de pistas que conduzcan al paradero del santafesino.

Pese a eso, por el momento las pistas son escasas. A la distancia, Mirta pidió que se agilice la investigación para dar con su hijo: “Deberían averiguar en las empresas de colectivos, en la Terminal o rastrear su celular”, indicó.

Más allá de quedar con graves secuelas tras contraer Covid-19, que le provocó complicaciones a nivel cerebral y lagunas mentales, la mujer se muestra activa y en permanente contacto con los detectives del caso, así como también en las redes sociales, donde publica diariamente pedidos de ayuda para encontrar a Germán.

Fuentes allegadas a la búsqueda describieron que Cassina mide aproximadamente 1,70 metros, tiene ojos marrones, cabello castaño claro, tez blanca y tenía un tatuaje en un brazo. Ante cualquier información, las autoridades y sus familiares solicitaron a la ciudadanía que se comuniquen con la línea de emergencias 911 o al teléfono 349-2568356.

Fuente: UNO Santa Fe

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