El Gobierno ratificó que la emisión de nueva deuda en dólares fue “consensuada” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y negó que tenga previsto realizar compras significativas de divisas en el mercado local. En la Casa Rosada remarcan que la acumulación de reservas mediante emisión de pesos “no es prioridad” y buscan evitar movimientos que puedan generar presión sobre el tipo de cambio en el cierre del año.
En el oficialismo circuló la posibilidad de pedir una revisión de la meta de reservas acordada con el FMI, aunque en Economía ahora bajan el tono a ese planteo y aseguran que “todo está validado”. El organismo ya había otorgado un “waiver” en julio por el incumplimiento de la meta original y redujo el objetivo anual en US$5000 millones, aunque desde Washington insistieron esta semana en la necesidad de una trayectoria “más ambiciosa” para fortalecer la estabilidad financiera.
Pese a esas señales, en Balcarce 50 afirman que no hay preocupación y sostienen que los pagos de enero, más de US$4000 millones en vencimientos, “están encaminados”. La decisión oficial es no intervenir de manera agresiva en el mercado en diciembre, un mes que suele mostrar mayor demanda de pesos por aguinaldos y consumo. Solo se evalúan compras puntuales y de bajo volumen para no expandir la base monetaria ni alterar la dinámica cambiaria.
En ese marco, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la emisión del Bonar 2029, un bono en dólares bajo ley argentina con cupón del 6,5%, que se colocará el 10 de diciembre. Según fuentes oficiales, el instrumento permitirá generar financiamiento neto en moneda dura para afrontar compromisos de corto plazo sin comprometer las reservas del Banco Central, y se enmarca dentro de lo acordado con el FMI.
