Home Política Javier Milei oficializó la renuncia de su jefe de asesores Demian Reidel

Javier Milei oficializó la renuncia de su jefe de asesores Demian Reidel

El Gobierno oficializó este lunes la renuncia de Demian Reidel como Jefe de Asesores del presidente Javier Milei. La salida fue comunicada a través de un decreto en el Boletín Oficial y rige desde el pasado 17 de julio.

El decreto 481/2025, que lleva la firma del mandatario y del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se limita a aceptar la dimisión y a agradecer por «los servicios prestados», pero no especifica los motivos de su alejamiento ni designa un reemplazante para ese cargo vacante.

La renuncia de Reidel a su puesto de asesor presidencial abre un interrogante sobre su continuidad en otro rol clave que ocupa: en abril de este año fue designado al frente de la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina (NASA), responsable de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse. Por el momento no hay indicios sobre si continuará o no en esa función.

La medida, que afecta directamente a la estructura de asesores de la Presidencia, marca la salida de uno de los funcionarios claves en el equipo del libertario, que asumió el cargo al inicio de la gestión y ha sido el principal asesor en temas estratégicos y de políticas públicas. Por ello, su renuncia implica una reconfiguración en el círculo más cercano de aliados de Milei.

Además, desde fines del año pasado, está a cargo el Plan Nuclear Argentino, un ambicioso proyecto que, según sostiene, podría convertirse en una plataforma de despegue sin precedentes para el país. El objetivo es expandir y modernizar la infraestructura nuclear nacional, en línea con la política energética del Gobierno, que busca diversificar las fuentes de energía.

Reidel ganó alto perfil mediático en marzo último, cuando se viralizó un video de una exposición en la que afirmaba que el principal problema del potencial de Argentina en inteligencia artificial «es que está poblada por argentinos«. La desafortunada frase lo llevó a pedir disculpas públicas.

Fuente: El Canciller

Salir de la versión móvil