Toda la oferta electoral en un solo papel, con listas identificadas por colores, números y la imagen de los dos primeros candidatos, y espacios en blanco donde colocar una cruz o tilde. Es una síntesis muy escueta de la Boleta Única Papel, el nuevo sistema electoral que se utilizó por primera vez en todo el país este domingo para las legislativas de medio término.
Y el desempeño estuvo a la altura de los mejores pronósticos: no hubo denuncias de irregularidades en ningún centro de votación, ni robo de boletas (el sistema no lo permite) y el escrutinio fue veloz.
Aunque se registraron sufragios nulos como consecuencia de errores de los propios votantes por efecto de la novedad, estuvieron dentro de los parámetros habituales internacionalmente para los casos en que se estrena un mecanismo electoral, y las autoridades ya están poniendo el foco allí para próximas ediciones.
Hasta el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro destacó el nuevo modelo de boleta cuando fue a emitir su voto: «Este formato no es el de Santa Fe, es diferente, pero lo vi mas práctico; lo tenemos que evaluar porque es hasta mejor este sistema que el que tenemos en la provincia», sostuvo el mandatario.

Un largo camino
La BUP se aprobó por ley (la 27.781) en octubre de 2024 a instancias de una iniciativa motorizada por el oficialismo nacional pero suscripta por legisladores de distintos partidos. No obstante, desde el Tribunal Electoral Nacional se viene pidiendo la implementación de este sistema que, con variantes, ya se utiliza en Santa Fe (2011), Mendoza (2023) y Córdoba (2011), desde el año 2007.
Para este domingo hubo capacitaciones destinadas a las autoridades de mesa, pero también a la ciudadanía en general que, en la mayoría del país, seguía votando con el sistema conocido como boleta sábana. De hecho en la misma jornada electoral convivieron los dos sistemas, por ejemplo, en Santiago del Estero donde se disputaban los cargos de gobernador y vice.
La nueva modalidad, que incluye en una misma papeleta a todos los candidatos, categorías de cargos, y partidos políticos que pueden ser elegidos en un acto electoral nacional, eliminó dos clásicos: el cuarto oscuro y el sobre. Ahora se vota en un box, marcando la opción de preferencia con una lapicera, y el voto se introduce en la urna luego de ser doblado como se indica.
Desde 2007
Según fuentes de la CNE, «la Boleta Única de Papel superó las expectativas». Como se dijo, el organismo viene impulsando su aplicación desde hace casi 20 años con el criterio de que «garantiza la oferta electoral, pone en igualdad de condiciones a las agrupaciones políticas y permite la libertad de elección de la ciudadanía».
Ya en ese momento se advertía sobre «los inconvenientes con que se enfrentaron muchos votantes, debido principalmente a nuestro sistema de múltiples boletas, es decir, una por cada uno de los partidos o alianzas intervinientes, lo que trae como consecuencia su proliferación y las dificultades que puede tener el elector en el momento de emitir su voto».
«Creemos que ha llegado el momento de mencionar y reflexionar sobre otro de los sistemas de votación, el de boleta única suministrada por el tribunal electoral, en la cual el votante marca la opción elegida y que, por otra parte, es el que se utiliza en nuestro país para los electores privados de libertad y para los argentinos residentes en el exterior», evaluaba aquel documento con la firma del entonces presidente de la CNE Rodolfo Munné.
Tiempos más cortos
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) es otra de las organizaciones que viene alentando desde hace tiempo la utilización de la BUP.
En un balance preliminar de los resultados obtenidos este domingo, surgen dos datos auspiciosos: el tiempo promedio de votación fue muy ágil (2,3 minutos) y el escrutinio demando 4 horas, la mitad que en 2023.
Eso sí, la participación fue de alrededor de 10 puntos menos que en la anterior elección nacional, dato que no se puede asociar directamente con el sistema de votación.
En cuanto a los votos nulos, se registró un 2,46 % (contra 0,8 % en 2023) y los votos en blanco crecieron de 2 % hace dos años a 2,72 % este último domingo. ¿Intencionales o propios de un nuevo sistema? Eso quedará para otro análisis en profundidad.
Mientras tanto, desde el organismo se mostraron «muy felices por ver esto hecho realidad».
Según CIPPEC: «Son primeras lecturas, pero todo indica que el comportamiento del electorado santafesino fue consistente con su historial. En Santa Fe los votos nulos rondaron el 4,8 %, prácticamente el mismo nivel que en la elección provincial de abril (4,6 % en la de convencionales reformadores). Es decir, no hubo un salto asociado a la Boleta Única nacional sino la continuidad de un patrón local.
«Lo que sí aparece a nivel nacional es un incremento muy leve del voto en blanco en la segunda categoría —Diputados/as—, que sugiere que algunos votantes marcaron solo una opción creyendo que alcanzaba, pero no es el caso de Santa Fe que eligió solo una categoría», agregaron.