La que se inicia será una semana clave para el armado electoral de cara a los comicios legislativos de octubre, en los que se renovarán bancas de diputados nacionales. El jueves vence el plazo para inscribir alianzas electorales, y en una contienda que carecerá de primarias, el hecho no será un mero trámite. Conllevará una fuerte discusión puertas adentro de cada fuerza partidaria, y adelantará la definición de los candidatos.
En el caso del oficialismo, como publicara El Litoral, el debate pasa por resolver si se mantiene el esquema de Unidos, aunque con otra denominación; o si se presentan listas aisladas. Este lunes, referentes de los principales partidos que integran la coalición gobernante y el propio Maximiliano Pullaro compartirán una cena en la que se esperan definiciones como frente.
Este fin de semana, en tanto, el PRO se expidió a favor de conformar un espacio que replique en algún punto el que comenzó a gestarse con los cinco gobernadores que la semana pasada lanzaron «Grito Federal». Este martes, resolverá el radicalismo. Consultado por El Litoral, el titular de la Convención partidaria, Carlos Suárez, adelantó cuáles serán los ejes de la discusión.
– ¿Qué se propone resolver la Convención provincial de la UCR?
– La urgencia que tenemos es poder definir cómo integramos alianzas, de cara al vencimiento del plazo que opera el jueves y que establecerá cómo nos presentaremos en las elecciones de octubre. Lo que nos apura en términos administrativos es que el 7 de agosto vence ese plazo. Todavía no hemos terminado de discutir cuál será ese marco que, obviamente, no sólo depende de la UCR, sino del resto de los partidos, por supuesto. Nuestro primer continente son los partidos de Unidos; eso, desde el punto de vista de una mirada provincial, independientemente de cuál sea el marco de alianzas nacionales que vayamos a tener.
– ¿Qué impacto tendrá en la construcción de alianzas, la decisión de cinco gobernadores (entre ellos, el de Santa Fe) que lanzaron «Grito Federal»?
– Una posibilidad es ese esquema. Claramente eso marca una línea política, con una mirada que tiene más que ver con el interior que con lo que impera a nivel nacional. No se trata de estar en contra del gobierno nacional, pero cuando uno tiene una mirada más desde las provincias, se nota claramente el desequilibrio en materia federal, por ejemplo. Se trata de reclamos justos.
– ¿Imagina que se podría replicar para octubre la alianza de Unidos?
– No podría decirlo todavía… Si bien la primera charla es con los partidos de esta coalición, hay integrantes de este frente que en cuanto a las manifestaciones nacionales, van por caminos diferentes… Pero en el caso de los gobernadores, ellos hicieron un planteo más federal y eso funciona como un paraguas que quita un poco la mirada de lo que pueden ser los partidos en términos individuales o de expresiones independientes. Yo insisto; las primeras charlas se están dando en el marco de Unidos. Algunos ya adelantaron su posición (el caso del PRO, por ejemplo) y entiendo que el radicalismo tendrá esta discusión más pulida para mañana.
– ¿Unidos podría cambiar de denominación para octubre?¿Es una posibilidad?
– Sí, por supuesto. Es una posibilidad porque en definitiva, tiene que ver con la cantidad de partidos que después se suman o no a la Alianza. Hay que pensar que para poder replicar y utilizar el nombre de Unidos, se necesita que estén integrados el 100% de los partidos. Y es complejo que eso se dé.
– ¿Está descartado que se sume a la alianza a constituir el sector libertario?
– Entiendo que en función de lo que los diferentes partidos vienen charlando y de las últimas expresiones políticas esbozadas, pareciera que no hay margen para esa integración como partido. Después individualmente, se verá. Pero me parece que a nivel partidario, no hay margen por esto que estamos planteando.
– Teniendo en cuenta que no hay elecciones primarias, ¿cómo se van a definir los candidatos?
– Primero tiene que haber una decisión interna partidaria por el candidato o los candidatos de los partidos, y después entiendo que tiene que haber una mesa de consenso. La ausencia de elecciones primarias y el poco tiempo obliga a eso; nos obliga a sentarnos y conversar.