El Gobierno nacional sigue de cerca la sesión del Senado por el Presupuesto 2026 ante la posibilidad de que la oposición impulse modificaciones en artículos clave, especialmente los vinculados al financiamiento educativo. En ese escenario, el presidente Javier Milei evalúa extender las sesiones extraordinarias hasta la primera semana de enero si el proyecto debe volver a la Cámara de Diputados.
Desde Casa Rosada reconocen que el panorama es incierto. “Puede pasar cualquier cosa”, dicen fuentes oficiales. Por ese motivo, funcionarios de la mesa política estarán presentes en el Congreso para monitorear la sesión y activar negociaciones si fuese necesario. Entre ellos se encuentran el jefe de Gabinete Manuel Adorni, el ministro del Interior Diego Santilli, el presidente de Diputados Martín Menem y el subsecretario de Gestión Institucional Eduardo “Lule” Menem.
El Ejecutivo busca que el Presupuesto se apruebe sin cambios respecto al texto votado en Diputados, sobre todo antes de los vencimientos de deuda del 9 de enero, que superan los US$4.000 millones. Sin embargo, el propio Gobierno reconoce que, si bien cuenta con los votos para la aprobación en general, no tiene garantizado el respaldo para todos los artículos.
Uno de los puntos más sensibles es el artículo 30, que propone derogar normas que establecen pisos obligatorios de inversión en educación, ciencia, tecnología y defensa, incluyendo el histórico objetivo del 6% del PBI para educación. La oposición presiona para modificar ese apartado, algo que el oficialismo intenta evitar.
Ante un eventual escenario adverso, el Gobierno ya trabaja en un decreto de reasignación de partidas, con el objetivo de mantener el equilibrio fiscal en caso de que el Presupuesto sea sancionado con cambios.
