Tras más de una semana semana de internación luego de haber sufrido un ACV isquémico, el estado de salud de Alejandra «Locomotora» Oliveras continúa siendo delicado. «Si sobrevive, va a quedar con secuelas neurológicas», advirtió Néstor Carrizo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Cullen de Santa Fe.
La exboxeadora se mantuvo con asistencia mecánica y se continuó estable en cuanto al control de la presión arterial y neurológica, pero con respuestas «fluctuantes» por su lesión cerebral, detalló.
«Lo positivo es que se evitó el enclavamiento cerebral y la muerte encefálica. Esa fue la amenaza más grave en las primeras horas», amplió el médico al referir a la operación de urgencia que se le practicó a 48 horas de su ingreso al sanatorio.
Respecto al ACV isquémico, los estudios realizados levantaron las sospechas sobre una presunta embolia cerebral, posiblemente originada por una lesión aterosclerótica en la arteria carótida.
Alejandro Musacchio, el neurocirujano que la intervino en el sanatorio, explicó que el ACV «fue por una patología vascular no controlada», en diálogo con TN, en donde completó: «Tenía una estrechez en la carótida derecha con una placa de ateroma (lípidos) y calcio».
El licenciado explicó que «Locomotora» se sometió a una «craniectomía descompresiva amplia», un procedimiento necesario para aliviar la presión intracraneal, y que el daño causado por un infarto cerebral es «irreversible en todos los casos».
Mientras tanto, Oliveras sigue bajo sedación y con respirador, un factor que depende del líquido acumulado en el cerebro
