Las transferencias no automáticas a provincias más municipios y comunas cayeron en el primer trimestre 89,5%, con recortes totales tanto para el Fondo de Fortalecimiento a la provincia de Buenos Aires -con el que el gobierno de Unión por la Patria sostenía con discrecionalidad a Axel Kicillof- como respecto de las transferencias a estados subnacionales que no transfirieron sus cajas, como el caso de Santa Fe.
Según el informe, otro dato saliente es la caída del 97,6% en transferencias para financiar gastos de capital o del 91,4% en el rubro de Asistencia Técnico – Financiera y Desarrollo de Infraestructura para el Saneamiento, recortes que explica por ejemplo la paralización en la construcción de la planta potabilizadora de agua en la ciudad de Santa Fe.
La «motosierra» funcionó a pleno en rubros como nuevas obras viales fuera de la red vial nacional, infraestructura hidráulica, equipamientos para obra pública, innovación y desarrollo de la formación tecnológica, fortalecimiento de la infraestructura social y sanitaria, fortalecimiento de la infraestructura para el transporte y asistencias varias a municipios.
De la lista sólo se salvó el programa de Relaciones con las Provincias y Desregulación Regional (Fortalecimiento de la Gestión Provincial, para el cual el gobierno central desembolsó $2.031 millones en el período, por tratarse de un programa del BID, plan por US$200 millones que se pierden si el país no invierte la contraparte establecida en el contrato.
Desembolsos para la provincia
Si bien la vigencia legal del programa de Fondo de Incentivo Docente venció sin que se analizara un nuevo proyecto en el Congreso ni se lo prorrogara por decreto, Santa Fe percibió un remanente de $5.692 millones por ese concepto, un -82,6% en la comparación real con el primer trimestre de 2023.
Entre los principales programas de transferencias no automáticas a Santa Fe, el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso resalta $494 millones -una suba de 46,7%- en el Programa de Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas, pero marca retrocesos del 45,6% en Ayudas del Tesoro Nacional (hubo desembolsos por inundaciones en el norte a principios de año por $641 millones), del 12,5% en seguros públicos de salud ($247 millones) y del 100% en Innovación y Desarrollo de la Formación Tecnológica.
Del resto de los rubros salientes en materia de transferencias no automáticas, por la compensación previsional la administración Pullaro recibió en el trimestre $3.799 millones. Por atrasos y actualizaciones, el gobernador ya ha reclamado una acreencia por $600 mil a $700 mil millones según la base de cálculo. Hay presentaciones ante la Corte por esta materia.
A esas cifras se sumaron $400 millones del Programa Federal de Reconversión Productiva y Apoyo a la Actividad Ganadera y $500 millones por Políticas para la Gestión del Riesgo Agropecuario. No mucho más.
El superávit entre ajustes y recesión
El ministro de Economía Luis Caputo informó que el Sector Público Nacional tuvo en abril un resultado positivo de $17.409 millones, acumulando un equivalente al 0,2% del PBI en lo que va del año. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, el superávit cuatrimestral es «derivado de una reducción del gasto superior a la caída de ingresos y a los intereses de la deuda. Los ingresos totales tuvieron una variación interanual real negativa de 6,5%. Esto en función de que los ingresos tributarios decrecieron un 8,9% y los ingresos no tributarios crecieron un 18% en términos reales».
A su vez el gasto primario retrocedió un 23,7% interanual real, y «como resultado, el déficit primario se transformó en un superávit primario de $265.000 millones», según señaló el centro de estudios que conduce Nadin Argañaraz.
«El gasto en intereses bajó 16,4% en términos reales respecto al mismo mes del año pasado. En efecto, el déficit fiscal se convirtió en un superávit fiscal de $17.000 millones. Todo el cambio del resultado fiscal fue explicado por una reducción real del gasto primario y de intereses».
Durante el primer cuatrimestre del año, los ingresos totales cayeron un 5% real, mientras que el gasto primario descendió un 32% interanual real. «Cabe destacar que esta variación real del gasto primario resultó ser la mayor variación interanual real de los últimos 30 años para un cuatrimestre, como puede observarse en el gráfico. Como resultado, el superávit primario asciende a $4.133.000 millones, lo que equivaldría a un 0,6% del PBI. El superávit fiscal asciende $1.150.000 millones, lo que equivaldría a un 0,2% del PBI», apuntó el Iaraf.
Ajuste equivalente a 5% del PBI
El ajuste fiscal del primer cuatrimestre fue equivalente, en términos anuales, a 5,5 puntos porcentuales del PBI según estimó el Iaraf. En enero había sido equivalente a 8 puntos porcentuales y en el primer bimestre a 7 puntos porcentuales del PBI. El equilibrio fiscal requiere un esfuerzo anual de 5 puntos porcentuales del Producto Bruto Interno. «Al anualizar las variaciones interanuales reales de los ingresos y gastos del primer cuatrimestre del año, es posible obtener una medida en términos del superávit primario anual. En el trimestre los ingresos totales cayeron en un 5% en términos reales y el gasto primario cayó un 32% en términos reales.
«Por su parte -añade el reporte- el gasto en intereses de la deuda aumentó un 3,1% real. Por lo tanto, la mejora anual equivalente del resultado primario es de 5,6 puntos porcentuales del PBI, lo que significaría pasar de un déficit primario de -2,7% del PBI de 2023 a un superávit de 2,9% del PBI en 2024. El gasto anualizado en intereses es de 1,8% del PBI. Por ende, el resultado financiero anualizado es positivo por 1,1% del PBI (fue negativo de 4,4% del PBI en 2023)».
Info: El Litoral.
