La Convención Constituyente de Santa Fe comenzó este lunes con un clima de expectativas cruzadas y tensiones latentes. Una de las voces más críticas es la de la legisladora Amalia Granata, quien manifestó su preocupación por el rumbo del proceso y el posible uso político de la reforma.
Granata advirtió que, más allá del debate por la reelección del gobernador, hay aspectos institucionales mucho más preocupantes. “El tema de la reelección es menor. Es un tema moral del gobernador”, señaló, y agregó: “Hay cuestiones más graves como los DNU que quieren incorporar, cuando la Constitución no los contempla”.
Una de las principales alertas que plantea la legisladora apunta a la independencia de organismos clave: “Quieren llevar el MPA, el Tribunal de Cuentas y otros organismos que deben ser extrapoderes a la órbita del Ejecutivo. Eso sí es peligroso”.
En cuanto al desarrollo del proceso interno de la Convención, Granata describió un escenario caótico y en constante cambio: “El reglamento cambia cada media hora, así que hay que estar atentos”. También se refirió a una situación irregular dentro del oficialismo: “Hay una convencional candidata trucha que está impugnada, y es la oficialista”.
Consultada sobre las comisiones en las que participará su bloque, explicó que aún están analizando su intervención: “Hay seis comisiones. No sabemos en cuál vamos a estar todavía. Estamos definiendo cuál es la más estratégica para la defensa de la república”.
La diputada también se mostró cautelosa respecto al debate sobre autonomía municipal. “Depende. Si la autonomía implica que la gente tenga que pagar más impuestos, no sé si es beneficioso. La reforma debe ser para la gente, no para la política”, sostuvo.
En cuanto a la estrategia política, Granata adelantó que buscará alianzas con personas que compartan principios republicanos, más allá de los bloques partidarios. “No buscamos bloques, buscamos personas republicanas. Hay parte del socialismo que comparte principios con nosotros, algo de La Libertad Avanza también. El radicalismo se volvió feudalista y quiere darle superpoderes al Ejecutivo”, expresó con contundencia.
Finalmente, dejó en claro cuál es su aspiración sobre el legado que debería dejar esta reforma: “Espero que se recuerde como una Constitución innovadora. Si se convierte en un circo, a mí no me van a ver más acá”.
