«Este es el logro de mi vida: es una misión cumplida. Cada vez que empezaba un campeonato estaba este sueño, y alguna vez debía darse».
«Tenía unos nervios bárbaros, pero ví al equipo tan metido que siempre supe que no nos iban a ganar».
Domínguez es el mentor de todo esto, y siempre confiamos en él. Ahora vamos a tratar de que se quede de cualquier manera».
«Viví las dos copas del mundo que ganó Argentina, pero esta alegría no se compara con nada».
