Se disputó el partido de vuelta entre UNL y La Salle, luego de una ida sin ventajas por Copa Santa Fe. Esta vez, el encuentro arrancó con un claro dominio del conjunto visitante, que aprovechó constantemente las espaldas de los zagueros locales. En esos primeros 10 a 15 minutos, UNL mostró mejores intenciones y generó varias aproximaciones peligrosas, pero se encontró con una figura clave: el arquero Gustavo Bustos. El guardameta de La Salle tuvo intervenciones determinantes que evitaron la apertura del marcador.
Con el correr de los minutos, el equipo dirigido por Eduardo Magnín logró emparejar el juego adelantando sus líneas. Esa presión comenzó a dar frutos y, tras una recuperación y un pase preciso, una desinteligencia en el retroceso defensivo de UNL permitió que Mauro Gutiérrez —el número 10 del local— capturara la pelota, eludiera al arquero y definiera con el arco a su merced para poner el 1-0.
Tras el gol, el conjunto de Alfredo Di Pangrazio fue en busca del empate con mucha decisión, dejando espacios que La Salle intentó aprovechar para aumentar la ventaja. Sin embargo, en una jugada rápida y con algo de fortuna, Agustín Cantero sacó un remate que se desvió en el camino, descolocando a Bustos y estableciendo el 1-1
El juego se volvió más medido, con ambos equipos cuidándose y alejándose de los arcos. Las aproximaciones fueron contadas con los dedos de una mano, y fue el conjunto local el que más lo intentó, aunque sin descuidarse, ya que la visita se mantenía atenta a una posible contra.
Sobre el final, una jugada aislada terminó en un remate desde afuera del área que parecía controlado por el arquero Gustavo Bustos, una de las figuras claves del partido. El encuentro concluyó 1 a 1, pero lo mejor del arquero estaba por venir.
Bustos no solo tuvo una actuación determinante durante los 90 minutos, sino que además fue fundamental en la definición por penales: atajó disparos decisivos y convirtió el suyo para sellar el 4 a 3 que le dio la clasificación a La Salle
Con información de El Litoral