Mateo Del Blanco, en modo figura para Unión ante Gimnasia (LP)

Unión encontró en Mateo Del Blanco algo más que una grata sorpresa: una herramienta clave para sostener su liderazgo en la Zona A del Torneo Clausura. Formado como volante, se reconvirtió como lateral y hoy es una de las piezas más desequilibrantes. Su crecimiento ya no es promesa, es presente.

El último fin de semana fue figura en el importante triunfo ante Gimnasia de La Plata, con un golazo que abrió el partido y encendió al equipo. Pero su influencia va más allá del grito: lleva cuatro asistencias en el torneo y ya intervino directamente en cinco conquistas del Tate. Para un jugador que no empezó el año como titular fijo, la evolución es notable.

Del Blanco combina despliegue, lectura táctica y una capacidad poco común para desequilibrar desde el fondo. Aunque su ADN es de mediocampista, supo adaptarse al lateral con inteligencia y agresividad ofensiva. Le aporta amplitud, rompe líneas y genera superioridad en ataque. En un equipo que busca ser protagonista, él se convirtió en uno de sus motores.