Así se desprende del último relevamiento del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). También se redujeron los puestos de trabajo en la administración pública y en casas particulares.
Desde que asumió el gobierno de Javier Milei, hace 16 meses, el esquema del mercado laboral se modificó: por un lado, se reportó un fuerte recorte en los puestos de trabajo registrados mientras que creció la cantidad de personas registradas a través del monotributo
Así se desprende del último relevamiento del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que elabora la secretaría de Trabajo, que mostró que los asalariados del sector privado pasaron de 6.369.119 en noviembre de 2023 a 6.253.766 en marzo de este año. Esto es, una reducción de 115.353 empleos.
Pero las cifras son aún más elevadas si se observan el resto de las modalidades de trabajo registrado. Por caso, los empleados del sector público pasaron de 3.466.731 al inicio de la gestión libertaria a 3.408.521 en marzo, lo cual refleja una caída de 58.210 puestos. En tanto, los trabajadores de casas particulares pasaron de 463.640 a 441.529, por lo que hay 22.111 menos.
Entonces, si se contabilizan los empleados del sector privado, el ámbito público y las personas que trabajan en casas particulares, se perdieron casi 200.000 puestos registrados. “Contra noviembre de 2023 la caída asciende a 195.674 trabajadores (59% en el sector privado, 30% en el público y 11% en casas particulares)”, detalló Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma.
En contrapartida, el sector que registró un crecimiento fue el trabajo independiente por monotributo, que pasó de 2.037.762 personas a 2.112.759, lo cual implica que hay 74.997 trabajadores más.
El informe de la secretaría de Trabajo explicó que solo en marzo de este año, el empleo asalariado reportó un retroceso equivalente a 7300 trabajadores. Además, explicó que en septiembre de 2023 el empleo formal en el sector privado comenzó una etapa de “destrucción neta de empleo”. “Sin embargo, a partir de abril de 2024 la contracción del empleo comenzó a moderarse. En el tercer trimestre, el nivel de empleo se estabilizó, y el cuarto trimestre comenzó una moderada recuperación, con una tasa de crecimiento del 0,1% mensual”, describió el documento, a la vez que puntualizó que en los primeros tres meses de 2025 la evolución de las cifras laborales mostró mesuradas oscilaciones: una caída del 0,1% de enero, un aumento de 0,2% de febrero y una nueva baja del 0,1% en marzo.
“El retroceso del empleo formal posiblemente haya estado condicionado por la caída de la actividad en marzo (fuerte en la industria y la construcción), aunque la relación entre ambas variables no viene siendo lineal en los últimos meses. El empleo no se enteró del rebote”, consideró Campos.
De acuerdo a su análisis, se reflejó una tendencia contundente sobre el mercado laboral en el sector privado: entre septiembre de 2023 y julio de 2024 cayeron los puestos de trabajo hasta tocar su valor más bajo en los últimos dos años y desde ese momento, la creación de empleos privados se mantiene en una suerte de meseta. “En el sector público continúa la lenta sangría. Si bien en marzo la variación mensual fue marginal, sigue estando en los niveles más bajos de los últimos dos años”, agregó.
“El empleo formal está estancado en mínimos desde hace varios meses y la recuperación salarial del segundo semestre ya se agotó. Crédito, dólares del colchón, lo que sea. El mercado laboral está necesitando alguien que lo empuje”, cerró el investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma.