En los 8 primeros meses del año, el gasto del gobierno nacional en jubilaciones y pensiones tuvo un crecimiento interanual del 14,9%, la AUH 23,7%, las transferencias a provincias 153,2% (por imposición judicial en remisas para la Ciudad de Buenos Aires) y las transferencias universidades 1,5%.
«En lo que va del año el poder de compra de las jubilaciones por encima de la mínima se recompuso 17,7% mientras que el gasto en personal público se recortó 9,6%».
Los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso revelan en cambio que los subsidios en la energía retrocedieron 55% y al transporte 31,5%. Además los gastos de capital (básicamente obras y aportes a fondos fiduciarios y empresas públicas) cayeron 39,6%.

De la misma manera debe consignarse una baja del 2,6% en las transferencias a hospitales nacionales, o una suba del 29% en las erogaciones presupuestarias para Vialidad Nacional, que de todas maneras -con $200 mil millones- está lejos de una base operativa sostenible para las rutas nacionales.
Los indicadores (descontando la inflación) usan como base de comparación los bajos niveles del primer tramo de la administración Milei, que ya exponía un fuerte ajuste fiscal. Uno que sin embargo evidencia algunos beneficios.
Mientras la oposición intentó un aumento por ley de los haberes jubilatorios (en ese caso el veto prosperó), la oficina técnica del Congreso reconoce que el incremento del 14,9% en jubilaciones y pensiones, y del 15,2% en asignaciones familiares, se deben al «nuevo esquema de movilidad y la baja de la inflación».
Los registros sirven para configurar el telón de fondo de las disputas políticas de cara a las elecciones de medio término, en medio de las imposiciones de leyes con gastos del Congreso al Poder Ejecutivo, en un país sin ley de presupuesto en los últimos dos ejercicios.
Superávit
«En agosto la Administración Pública Nacional (APN) registró un superávit primario de $0,9 billones y un déficit financiero de $0,3 billones. Si se amplía la mira a todo el año ambos resultados son positivos y ascienden a $10,7 billones y $2,6 billones respectivamente».
Según los datos que ofrece la OPC, en comparación con los primeros ocho meses del 2023, el pago de intereses de la deuda se redujo 26,2%, lo que le permitió a la Casa Rosada mejorar el balance financiero.
«Lo opuesto ocurrió con el superávit primario, que se contrajo respecto al de un año atrás, producto de una suba del 1,4% en los gastos primarios contra una caída del 0,8% en los ingresos».
«Los ingresos impositivos cayeron el 9% real de enero a agosto. Si no se considerase la eliminación del Impuesto PAIS, los ingresos impositivos hubiesen subido 3,4%», aclara el reporte. Los aportes y contribuciones a la seguridad social «siguen creciendo, pero a un ritmo menor».