La fábrica de ollas Essen despidió, a finales de octubre, a 30 empleados de la casa central que tiene en Venado Tuerto. Esta tanda de personal representa al 10% del total de la planta productiva y está ligada a una baja en la producción y la posibilidad de traer los productos directamente desde China.
“Lo que está haciendo la empresa es empezar a importar algunos de sus productos», reconoció el abogado Ramiro Gambetta, que advirtió que las perillas de las ollas que antes eran fabricadas por una empresa argentina, ahora llegan desde China.
Actualmente, Essen basa el 45% de su producción en importaciones que llegan desde Asia. En este contexto, la decisión de reducir personal deriva en unos 30 despidos, aunque no se descartan nuevas cesantías en los próximos meses, remarcó Gambetta al medio local Leguas.
Bajo un régimen de apertura de importaciones, a la fábrica de las famosas ollas antiadherentes le resulta más beneficioso buscar en China insumos y elementos terminados para ensamblar a sus productos locales. La repercusión en Argentina se ve en los puestos de trabajo que se pierden.
Según la cuenta de X Marcas Argentinas, Essen produce 440 mil unidades entre ollas, sartenes, cacerolas y otros productos. Situó su primera fábrica en Venado Tuerto en 1980. Exporta a cinco países y tienen una planta de menos de 300 empleados en Argentina.
Seis de cada diez industrias en Santa Fe, en rojo
La actividad industrial santafesina continúa mostrando signos negativos. Durante septiembre registró una baja interanual de 0,3%, según reveló el último informe de la Federación Industriales de Santa Fe (Fisfe). En este contexto el 60% del total de ramas industriales analizadas en la provincia enfrentó un desempeño negativo respecto al mismo mes del año anterior.
Si bien el indicador desestacionalizado de producción de septiembre mejoró un 1% respecto al mes previo, la tendencia a largo plazo muestra dificultades. Aunque en la medición acumulada en nueve meses la producción muestra una suba parcial de 3,9% en relación al año pasado, en el período enero-septiembre de 2025 el índice de producción industrial de Fisfe se ubicó un 9,3% por debajo del nivel alcanzado en el año 2022.
La caída de la actividad en septiembre se atribuye a un conjunto de desafíos macroeconómicos persistentes. Entre los principales factores que afectaron a la industria santafesina se encuentran el sostenimiento de los altos costos financieros derivados de la política monetaria (con la tasa Badlar en pesos oscilando en torno al 60,0%) y la incertidumbre generalizada, resaltaron desde la entidad.
Fisfe puntualizó que, además, se sumó un menor volumen exportado de manufacturas de origen industrial (MOI de Santa Fe cayeron 13,7% en el acumulado anual), el incremento en las importaciones de bienes (que crecieron 21,3% interanual), la pálida actividad de la construcción (donde la superficie autorizada continuó retrocediendo) y una débil demanda interna (con la actividad comercial creciendo solo un 1,1% interanual en agosto).
